Hablemos de todo un poco...
hablemos de atardeceres contemplados
desde una terraza,
los últimos días de vida,
hablemos de números de teléfono
que se olvidan o se extravían,
hablemos de inventarse nombres,
de películas basadas en libros
que ya nadie lee,
hablemos de corazones rotos y canciones rotas,
de alas que se rompen y sueños que se rompen,
de deseos con los que hay que tener cuidado
porque se realizan
y no tienes con quien compartirlos,
hablemos de nuestros vacíos
y de créditos bancarios,
de reconocer la culpa
y apagar la luz,
de aguantarse las ganas
o no decirle a nadie,
de Necesito una compañera de los Bukis
porque ya he sufrido tanto tanto
que hoy no puedo detener mi llanto...
hablemos de huecos, de ecos,
de labios rojos y labios rosa,
de colores o blanco y negro,
hablemos de planchas con clavos,
de ruedas de bicicleta,
de maquinas de escribir
y cosas obsoletas,
hablemos de buenas y malas intenciones,
de frivolidades y crisis nerviosas,
hablemos de periódicos y telenovelas,
hablemos de shampoo y acondicionador,
hablemos de viejos libros de historietas,
hablemos de pintura rupestre y graffiti
hablemos de bonitas piernas y bonitas tetas,
hablemos de tener mano de poeta
y hacer el amor con una de ellas,
hablemos de silencio y palabras,
del cabello largo y la calvicie,
hablemos de licores nacionales y extranjeros,
hablemos de abandonos y desengaños,
cambiemos de tema,
hablemos, no callemos,
hablemos del calentamiento global
y los escándalos de corrupción política:
de los grandes temas de la poesía,
hablemos duro, hablemos pasito,
hablemos bello, hablemos sucio,
hablemos de lo que sea,
pero, por favor, hablemos...
jueves, 31 de mayo de 2018
Les toca, Pablo Estrada
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